 | Deinonychus |
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PoV Drake:
Parece que me desmaye unos instantes, al despertar todo mi cuerpo estaba inmóvil, mis labios sabían a sangre, este era mi fin, me pregunte a mí mismo, enseguida me di cuenta que mis heridas no eran tan graves, aunque me atravesó una lanza no me dio en ningún órgano vital, parece que con el choque de magias la lanza se desvió en el último momento, me tapaba con mi mano la herida para que dejara de sangrar, entonces es cuando pensé en el caballero con quien me enfrente.
Miré hacia un costado, el yacía en un charco de sangre, no sabía si estaba inconsciente o había dejado de respirar, de todas maneras él no había tenido tanta fortuna salió bastante más mal parado del último ataque, aun así no lo pude golpear con todas mis fuerzas debido a mi herida en la mano, sino creo que lo hubiera partido en dos… espero que siga con vida.
Quise sentir como iba el transcurso de las batallas, pero no pude notar nada, parecía que la lucha entre gremios había acabado, la verdad que no me importaba quien era el vencedor si Star Hunter, o Black Butterfly.
Lo que me dijo el caballero mientras peleábamos sería cierto, Alice y Carlos, me utilizaron para su beneficio, eran preguntas que resonaban en mi cabeza. La verdad que no me importaba la respuesta, por mucho que me ofrecieran lujos, bebida, mujeres y dinero, había olvidado lo verdaderamente importante el fragor de la batalla, que este chico me hizo recuperar. Nunca me sentí bien integrado en Black Butterfly ni en ningún otro sitio, siempre he estado solo y supongo que siempre lo estaré, nunca he hallado un hogar, además si mis propios padres me abandonaron y luego mi madre adoptiva Gaia, también me dejo. Debo ser un verdadero grano en el culo.
Mierda, debería quedarme aquí y morir desangrado, este sería mi final, el final del dragón del desierto, así eran como me llamaban esos estúpidos, un apodo que surgió cuando me encontraron de pequeño perdido en el desierto y a medida que me iba haciendo famoso, mis rivales y la gente acabo llamándome así… la verdad que si tenía que morir habría preferido el desierto, era lo más parecido a un hogar que tenía.
Supongo que este sitio tampoco está mal, en mitad de un lago, que ironía. Cuando estaba dispuesto a morir una persona que nunca me esperaría apareció, era nada menos que Genryuu, al verlo muchas dudas que tenía en mi mente desaparecieron, sin duda el chico medieval tenía razón, sino que hacia aquí Genryuu, supongo que habría sido rescatado y ahora venía a darme el golpe de gracia.
- Así que Star Hunter venció, Alice, Carlos, la maestra Lilia, esos imbéciles han sido derrotados eh, debería haberme unido a Star Hunter desde el principio, únete a Black Butterfly el gremio más fuerte de Fiore, me dijeron, una mierda JA.
- Vaya todavía tienes fuerzas para charlar, ¿Drake Terra verdad? Creo que te llaman el dragón del desierto, eres un Dragon Slayer como yo y Roach, no es así.
- Tsk, y que más da eso, ¿Has venido a darme el golpe final? Si es así hazlo ya y déjate de charlas, tú caballero medieval está a punto de morir si no lo ha hecho ya, acaba conmigo y cúrale antes de que caiga en la noche eterna.
- JAJAJA, eres muy gracioso sabes, yo no he venido a darte el golpe final, solo he venido a llevarme a Lancelot-kun conmigo, ha sido una sorpresa verte consciente, eres verdaderamente fuerte sabes, normal que te hicieran clase S en Black Butterfly.
- Qué más da eso, no por mucho tiempo pronto me desangrare y moriré.
- Oh vamos, esa herida no es tan mala para que mueras, porque no detienes la hemorragia, estás perdiendo mucha sangre, acaso deseas morir?
- Y porque no debería morir, no tengo nada que hacer en esta vida, mi gremio ha sido vencido.
- Vaya desde cuando te preocupas por tu gremio, pensaba que tu único objetivo en la vida era encontrar a GAIA.
- ¿Que la conoces? Donde está, ¡contéstame viejo!
- Soy un Dragon Slayer como tú, recuerdas, también fui entrenado por un dragón hace mucho tiempo, y me conto cosas, sé que tú eres el Dragon Slayer de tierra, así que has debido ser entrenado por esa dragona. Tengo una idea, ¡únete a mi gremio! ¿¡Qué me dices!?
Este tío estaba loco enserio se ofrecía a unirme a su gremio, lo decía con una sonrisa de oreja a oreja, yo estuve a punto de matar a uno de sus miembros, y he estado luchando contra ellos, acaso será una broma. Seguidamente le respondí.
- ¡Estás loco! ¡Cómo quieres que me una a tu gremio después de todo lo que ha pasado, acaso te filas de mi para que me una a tus filas! ¡Soy tu enemigo debes acabar conmigo!
- Vaya Drake, estas muy confuso…
- Deja de ir de salvador por la vida, como si fueras el bueno, todos os creéis los buenos de la película, pero en una guerra no hay ni buenos ni malos solo, solo enemigos y aliados.
- Cuan equivocado estas hijo, en una guerra solo hay dos bandos, donde cada uno lucha por sus convicciones. ¿Entonces estas llamando a Black Butterfly como tus aliados? ¿Dime te has sentido a gusto aquí, este es tu hogar?
- Tsk. - que rabia me dieron esas palabras el muy bastardo tenía razón.
- ¿Ves? Aquí solo has sido una herramienta, únete a mi gremio, allí tendrás una verdadera familia y un hogar.
- Una familia… ¿un hogar? – Eso es lo que estaba buscando me pregunte, ¿qué es lo que busco en realidad? Quizá no quiera saberlo...
- Vamos, en Star Hunter, todos somos muy cálidos, además no querías unirte al mejor gremio para encontrar a Gaia? Solo en Star Hunter lo podrás lograr, seguro que pronto te adaptaras a gremio y cuando los conozcas te caerán genial. Yo te doy una segunda oportunidad en tu vida, que me dices, ¿Aceptas?
- De acuerdo… Pero solo lo hago para hacerme famoso y poder encontrar a Gaia. Me importan una mierda los lazos de la amistad y la camarería que tengáis.
- JAJAJA, eres un hueso duro de roer, será difícil ablandarte, pero con el tiempo lo conseguiré, algo salgamos de aquí, debo de tratar a Lancelot y darle los primeros auxilios, si no, no llegara a Magnolia con vida, eres muy fuerte casi lo partes en dos.
- Muy bien salva al chico medieval, me divertí bastante con él, no dejes que muera viejo.
- Vámonos Drake, a por cierto, bienvenido a Star Hunter.
- Tsk.
Un inesperado nuevo miembro, Drake Terra, ¡el temible dragón del desierto de Black Butterfly ahora cambia de bando! ¿Será un peligro para el gremio o de lo contrario será un gran aliado?
PoV: Roach
Una fuerte explosión me despertó súbitamente y me encontré solo en las finas arenas de la playa que quedaba fuera del castillo de Black Butterfly. Mi cuerpo me dolía completamente y casi no podía moverme. Me quedé ahí un rato sintiendo la brisa acariciarme suavemente el rostro. El sonido de fuertes explosiones me decían que ya habían liberado a Genryuu y probablemente estaban peleando contra Carlos o contra la maestra Lilia. El Maestro de Star Hunters probablemente barrería con todo y rescataría a Shizuku que estaba cautiva en el despacho de la maestra.
- A mí ya nada me importa… Black Butterfly, Star Hunters, me vale mierda - pensé – Lo único que deseo ahora es quedarme aquí y pensar bien las cosas.
El combate con Riku se venía una y otra vez a mi cabeza. Los puños del pelinegro estaban imbuidos en sus convicciones y en la de los demás miembros de Star Hunters, por eso su gran poder, al fin lo había entendido. Siempre había recorrido el camino contrario al poder, siempre fui por el sendero de la soledad que seguramente no me conduciría a ninguna de las cosas que yo quería conseguir, si alguna vez anhelaba llegar a ser alguien en el mundo, tendría que forjar lazos y siempre pelear por ellos. Ese descubrimiento me había alegrado y dado rabia al mismo tiempo ya que estaba condenado a perderme para siempre de mi real objetivo en la vida, pero me alegraba haberlo descubierto a tiempo para buscar el camino correcto.
De la nada, como era costumbre en ella, apareció Salomé y se sentó al lado mío.
- ¿Por qué has venido? Acaso no era que solo éramos dos personas unidas por el trabajo – pregunté para romper el hielo – O es que ahora entraste en razón y volverás a ser mi amiga como antes.
La rubia estuvo mirando el extenso lago y se quedó en silencio. Después de un rato bajó la cabeza, apegó sus piernas a su cuerpo y luego lo abrazó. Un apagado gemido se escuchó y Salomé rompió en llanto.
- ¿Pero qué te pasa, por qué lloras? – Pregunté de inmediato, por muy perra que haya sido conmigo, aun la consideraba mi amiga – Oye, mírame, muéstrame esa carita que tienes.
- Lo siento Roach, no pude detener a Elie, la subestime terriblemente – musitó la rubia entre lamentos - Ahora todo está perdido, le he fallado al señor Yomi… Además te traté mal y has de pensar que soy una desgraciada.
Me quedé pensando un rato en lo que me había dicho. Con gran esfuerzo me senté a su lado, muy junto a ella.
- Yomi… ¿Estás con Yomi? – pregunté.
- Pues claro, el me trajo al gremio en un principio.
- Entiendo, pero ¿Por qué dices que le fallaste?
- Bah, es algo difícil de responder, a ti no te importaría algo tan molesto – respondió aun con algunas lágrimas en su rostro.
- Bueno, sólo te preguntaba para que hablásemos algo o es que acaso te quieres quedar ahí acostada todo el día – le dije mientras me convencía que Salomé era la chica más rara que había conocido.
- No te dije que nosotros no somos nada… te hablaba sólo porque el señor Yomi me lo pidió – explica Salomé – Sólo estoy aquí para que no te pase nada…
- ¡Oye no te hagas la ruda ahora! – Exclamé después de tomarla de los hombros y voltearla para que me quedara mirando de frente, pero esta miró para otro lado tratando de no encontrar nuestros ojos – Estoy seguro que no mentías cuando te reías en el gremio o cuando salíamos en misiones.
La rubia se quedó un rato muda y me clavó sus azules ojos en la cara. En verdad se veía muy tierna después de llorar. Tenía toda la sombra de ojos corrida por las lágrimas y sus mejillas estaban muy rojas.
- Es mejor que no seamos amigos… el señor Yomi tiene planes que ejecutará pronto y me tendré que ir – susurró – Está a punto de comenzar algo muy grande Roach… no quiero perder a gente que quiero mucho una vez más, pienso que es mejor así.
Para ser franco, me sorprendí mucho al oírla decir esas cosas, Salomé siempre fue una chica distante a lo que sentimientos se refería. Que insinuara que yo era una persona que quería mucho me sorprendió un poco, pero no tanto porque yo también en el poco tiempo que nos conocíamos le había agarrado un cariño extraño ¿Quién no podía querer a alguien como Salomé?
- Pero, dime quien está detrás de todo esto, tal vez se pueda hacer algo – le dije mirándola directo a los ojos, ella se mordió el labio de abajo como dudando de lo que iba a hacer después – Vamos Salomé, sé que tú no eres una perra desgraciada como intentas aparentar…
- Es… Extinción… uno de sus miembros de Elite está detrás de Selena – dijo finalmente – Su nombre es Bianca, la mata dragones de hielo, es jodidamente poderosa… tan así que llega a dar miedo su gran poder.
Nunca había escuchado ese nombre, pero si Salomé, Yomi y un gremio como Black Butterfly temían a ellos, eran de temer sin ninguna duda. En ese momento ni siquiera me podría haber imaginado que ese gremio sería una pieza clave de los acontecimientos que vendrían en un futuro, ese nombre sería una pesadilla para mi vida entera.
- Extinción fue en busca de Yomi en un principio para esta misión, este los derivó a Black Butterfly…
- Pero… ¿Por qué pelear entre dos gremios? – Pregunté – ¿Por qué no fueron directamente a buscarla al gremio?
- Porque está el factor Genryuu… ni siquiera Yomi podría confrontarlo directamente, es demasiado poderoso – dijo Salomé que se acostó y comenzó a mirar el cielo – Esto es sólo una distracción para capturar a Selena.
- Entiendo… pero cómo llegaron a contactar con Black Butterfly, o sea, ¿Cómo Yomi pudo convencer a una persona como Carlos de hacer algo como esto?
- Fue todo obra de Yuhe, él es el hermano de la maestra Lilia… esa mujer es muy enigmática, nunca la vi ni siquiera una vez.
Esa revelación me dejó blanco, Yuhe siempre fue el hermano de la maestra de otro gremio, eso explicaba porque nos traicionó aquella noche a Shizuku y a mí.
- Pero, ¿Cómo?
- No lo sé, eso es lo que me dijo Yomi – dijo Salomé.
- Y cuéntame ¿Por qué Selena?
- Es porque Bianca es su madre, ella fue la que le implantó la lácrima de dragon slayer cuando era pequeña.
Otra revelación que me dejó helado, uno nunca se esperaría al ver a Selena que era la hija de un miembro de un gremio oscuro y menos de uno tan poderoso.
- ¿Y Cómo llegó al gremio si era la hija de un miembro de un gremio oscuro? – seguí enérgico en mi ronda de preguntas.
- Por lo que Yomi me dijo… fue Genryuu fue la que la salvó, hay una especie de rivalidad entre Bianca y él por ser ambos dragon slayers de elementos tan opuestos – dice la rubia después de poner su cabeza en mi hombro y guardar silencio un segundo – A veces me gustaría ser alguien normal, estar ajena a este tipo de cosas.
Yo sólo reí, si me hubieran dicho a principio de ese año que en unos meses estaría así con una tipa tan buena le hubiera dicho que se fuera a meter un palo en el culo y que le tomara el pelo a otro.
- ¿Te puedo decir algo?
- ¿Qué pasa Roach?
- Tal vez no regrese al gremio, después de lo que hice no podría mirar a mis camaradas a la cara – dije bajando la cabeza.
- Pedo que dices, debes volver…
Después de sentir otra gran explosión, Salomé y yo miramos para atrás y vimos como el castillo ardía en fuego.
- Supongo que todo terminó – dije con un tono de voz triste – Ya es hora de que me vaya yendo.
Estar tan cerca del agua me ayudó a que mis heridas sanaran algo, pero no era suficiente. Me arrastré con dificultad por la arena para poder mojarme el cuerpo entero. El agua hizo que todo mi cuerpo se sintiera mejor y me pudiese parar. Si bien mi poder mágico no había vuelta eso me daría la fuerza para poder caminar y salir de allí lo más rápido que se pueda, pero fue Salomé la que me tomó la mano y me detuvo un momento.
- Sabes Roach, yo no quiero que te vayas…
- Pero yo si quiero, déjame ya…
- No se puede, te dije que estoy aquí para cuidarte…
Entonces, sin previo aviso, ella me acercó a su cuerpo y me abrazó fuerte, como nunca nadie lo había hecho.
- ¿Qué haces Salomé? – Dije con voz temblorosa y completamente rojo – No hagas esto más difícil de lo que ya es…
La rubia se puso en cuclillas y alzó el cuello, sus rojos labios se inclinaron hacia adelante un poco y cerró los ojos, Salomé estaba lista para darme un beso y yo estaba pasmado como un idiota.
- Vamos Roach – me dije – No puedes fallar ahora, te arrepentirás después…
Entonces imité sus accionar y estiré mis labios para que hagan el papel de colchón para recibir el impacto de los de Salomé. Cuando por fin se conectaron el tiempo se detuvo a mí alrededor y me transporté a una dimensión en donde sólo estábamos ella y yo. Probablemente no haya pasado más de un minuto cuando yo sentía que había sido una eternidad. Ese fue mi primer puto beso y fue uno de los que con más cariño recuerdo ya que me puse tan nervioso que mis manos me sudaban como si fuesen paredes de un baño después de una ducha. Salomé fue directa al grano y comenzó a entrelazar nuestras lenguas, la pequeña gótica era bastante violenta para besar, creo que para ella también era uno de sus primeros besos. Para mí fue algo raro en un comienzo ya que nunca había hecho algo así, pero con el paso de los segundo los fui disfrutando.
- Esto está de puta madre – pensé cuando la chica posó ambos brazos en mis hombros y entrelazó ambas manos tras mi nuca, yo mientras puse mis manos alrededor de su fina cintura – No sabía de lo que me perdía.
El beso fue largo y apasionado, ambos sabíamos que era una situación límite y simplemente estábamos dejando salir nuestra frustración hacia todo. Al separar nuestras bocas nos miramos un momento y sonreímos, la complicidad era evidente.
- Pues si quieres vienes conmigo… al fin y al cabo tú también estás en esto – dije con toda la intención de que aceptara mi propuesta, en ese momento lo único que quería era estar junto a ella – Vamos a tratar de encontrar un nuevo comienzo.
Salomé se separó de mí abruptamente y dio unos pasos hacia atrás. Su rostro había cambiado, ahora estaba lleno de dudas y desesperanza. Posó una de sus suaves manos en su boca y comenzó a tiritar de pies a cabeza.
- No puedo… no puedo… Yomi…. Él me salvó – comienza a murmurar la rubia, el sólo recuerdo del mago clase S la perturbaba mucho – Debo hacerlo, sí, eso es lo mejor… tal vez si le explico pueda llegar a entender…
- ¿De qué hablas Salomé? ¡No entiendo que te pasa!... ¡Estás actuando muy rara!
- Lo siento Roach… - Fue lo último que dijo la rubia antes de que me absorbiera junto a ella por uno de sus agujeros negros.
Eso sin dudas fue la sensación más rara de mi vida, sentía como mi cuerpo se deformaba al entrar por la magia de Salomé, pero no experimenté dolor alguno. Todo duró aproximadamente dos segundos y ya estaba enfrente de alguien que no me hubiera imaginado.
- Hola pequeño dragon slayer, es un placer tenerte en mi humilde morada – dijo Yomi que estaba sentado en un sillón junto a una gran chimenea – Al parecer Black Butterfly falló como era de esperarse.
- ¿Cómo dices? – pregunté, mientras miraba para todos lados en busca de la rubia.
- Buscas a Salomé, pequeño Roach… - intervino Yomi.
- ¡Si ¿En dónde está?! – exclame algo enojado por cómo se estaban dado las cosas.
- Está preparando tu cuarto, te quedarás aquí por un tiempo, además… alguien desea conocerte hace mucho tiempo.
- ¡¡ ¿Qué, y quién lo dijo hijo de puta?!! – grité ya completamente enajenado.
- Pues yo maldito mocoso – dijo Yomi – Ahora, ¿Me podrías mostrar tu magia una vez más?
Yomi tiene a Roach donde quería y está listo para dar su golpe definitivo al gremio que tanto desprecia, la batalla de Star Hunters aún no se termina… | | | |
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